martes, 6 de diciembre de 2016

Las tramas esquivas

El año pasado, me encargaron la portada de un ensayo "Las tramas esquivas. Borges, Bioy Casares y la literatura policial". En el encargo se me especificaba que fuese evidente la imaginería a la que Borges solía hacer alusión en sus obras como el tigre, el laberinto, los elementos ligados a la geografía y el espacio, como las brújulas, etc.


Dándole vueltas a las condiciones que tenía en el encargo realicé varias propuestas:
En la primera se mostraría la silueta de Borges y la de Bioy Casares hablando en los pasillos de una biblioteca. La biblioteca es un lugar de conocimiento, elemento clave en las obras de ambos autores, por lo que me pareció adecuado que sirviese como marco para la conversación entre ellos. 
Para desarrollarla, me basé en la fotografía de una biblioteca, dibujándola vectorialmente en Indesign. Las siluetas, están dibujadas también vectorialmente para ofrecer un aspecto limpio en el que los conceptos se vean a primera vista.

La siguiente idea fue la utilización del laberinto como elemento a desentramar, como símbolo de lo incierto, que representa, para Borges la idea de universo caótico, donde el hombre está en contínua búsqueda del orden y donde se siente perdido. Teniendo en cuenta, que debía hablar también de alguna manera de la literatura policiaca, se me ocurrió relacionar las huellas dactilares con el laberinto. Para que fuese más evidente, añadí la imagen de la lupa que acercaba la imagen de la huella. 


Para llevarla acabo, primero realicé un dibujo de un laberinto en perspectiva con forma ovalada para simular una huella. Después le apliqué color con pastel para que se viese la textura del papel. 
Más tarde, digitalicé la imagen del laberinto y la traté con photoshop, para colocarle la sombra, y  adaptarla a los colores de la colección, azul metalizado, negro y gris.

Posteriormente, dibujé vectorialmente la imagen de la lupa. Para hacer el efecto lupa, solo tuve que copiar la imagen de fondo, ampliarla, y pegarla dentro de la lupa.



Finalmente, coloqué la silueta de ambos personajes en el centro del laberinto, como si estuviesen atrapados buscando la salida y el sentido de su propia existencia, también sugiere la idea de búsqueda de la verdad en la resolución de un crimen. (Esta fue la propuesta seleccionada)



En la otra idea, jugaba con la imagen del tigre que sugiere, parafraseando al própio Borges: "Los animales no tienen tiempo, viven la eternidad del instante, es decir, viven el momento, sin memoria del pasado, sin conciencia del porvenir ni de la muerte. El tiempo es propio de los hombres y no de los animales". Por eso el tigre no tiene contorno, se ve únicamente por el dibujo de sus rayas lo que le aporta un carácter intangible, de invisibilidad y visibilidad al mismo tiempo. Como si esa eternidad y la vivencia del instante, fuesen inabarcables para el hombre.