viernes, 3 de octubre de 2014

Aquí es Donde Pasa Todo

Aquí es donde trabajo. Aunque habría que decir que aquí es donde pasa todo porque es donde pruebo,  investigo, pienso, leo, escucho, escribo y mil cosas más. Una habitación que, a diferencia de las del resto de la casa, tiene cuatro paredes (mi casa no es muy grande, pero su geometría es tan curiosa, que tiene estancias de tres y cinco paredes). Un espacio compartido con mi pareja donde además de juntar su orden con mi desorden, también se junta lo divino con lo mundano. Como decía, la casa no es muy grande y por eso, de incógnito, entre pinceles, lápices, pinturas, libros y papeles, hay un armario que hace de guardarropa.


No suelo poner música cuando trabajo, pero eso no quiere decir que haya silencio. La habitación da a un patio de luces donde una niña, con mucho carácter, suele cantar la canción de un anuncio. A mediodía y al final de la tarde, sube el olor a comida de las cocinas y cuando miro por la ventana, me encuentro con la chimenea del edificio de al lado que me hace reír al pensar que, con otros colores, podría ser un decorado de Los Aristogatos.


Como veis, pasan muchas cosas y por eso, no sólo digo "Aquí es donde trabajo". Prefiero decir "Aquí es donde pasa todo".